Últimamente he estado sufriendo de nostalgia aguda, pero de la buena. Recuerdos de eventos que estaban muy escondidos han vuelto a mi mente. Y es que ayer me "escapé" al cine. Necesitaba darme un gusto y decidí irme a ver una película luego de salir del trabajo. Además, desde hacía varios días traía un antojo por comer sushi que no puedo describir. Sin embargo, calculé mal el tiempo y salí tardísimo. Y ahí estaba yo, la que se asusta hasta de su sombra en las noches de la gran ciudad, no sabiendo a ciencia cierta si encontraría transporte o no. No sabía qué hacer y ya estaba pensando en tomar un taxi cuando apareció un bus extraurbano que iba justo hacia la terminal de buses. Respiré aliviada y tuve la fortuna de encontrar un bus hacia mi hogar, a esa hora. ¡Ah que aventura! Sin embargo, se me olvida comentar que compré sushi para llevar y lo comí en el bus, mientras esperaba a que este saliera. Creo que a muchos de los que subieron a ese bus les pareció raro ...