De nostalgias...
Hace muchos, muchos años no existía en el pueblo ni una sola de las pastelerías que hoy en día se pelean los clientes.
En ese entonces ibas a la casa de la señora fulanita para encargar el pastel para cualquier acontecimiento; sin embargo, la selección era muy limitada pues debías elegir entre el pastel de turrón y el de chocolate.
No tenías otra opción a nivel local. Por supuesto, si tenías plata te ibas a la capital a comprar un pastel especial de una de las grandes pastelerías de la ciudad.
Fueron muchos años de reinado de la susodicha... hasta que llegaron los cursos del Intecap y de pronto muchos otros comenzaron a ofrecer sus servicios y una selección diferente de manjares.
... extraño mi pueblo... simple, sencillo, sin fanfarrias...
Foto: Morguefile.com
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Saludos amigo Pedro!