Simples divagaciones

Un plato infaltable en los hogares chapines durante estas fiestas son los tamales. En casa es motivo de reunión familiar en grande. Todos colaboran con la elaboración de tan delicioso alimento. Hoy no fue la excepción y ya está todo listo para celebrar mañana 24, sin el cansancio que implica hacer los tamales el mismo día. El aroma inconfundible circula por la casa provocando que los estómagos se impacienten y comiencen a emitir sonidos raros...

Queridos amigos... Un pequeño saludo lleno de plegarias para que Dios les bendiga grandemente y les conceda paz y tranquilidad, hoy y siempre. ¡Felices Fiestas!

Nada ha cambiado y, sin embargo, todo es diferente tú  en tu soledad yo en tu compañía los dos con las almas llenas los dos con las manos vacías. Las caricias se han esfumado se han convertido en nostalgias pero la ternura sigue nuestros pasos queriendo mostrarnos un paraíso, aquél que un día abandonamos sin más Eduardo... recuerdas?

Cada palabra perdida es un beso dirigido a la nada y soy un canto perdido dirigido al oído sordo de tu alma Cada silencio diluido en el mar de mis entrañas es un río sin rumbo perdido en el desierto de tu mirada Puedo ser viento y aun así no tocar ni el halo de tu ser ni la sombra de tu nada by Rogelia Alvarez

En Diciembre es difícil transitar por las calles de mi pueblo... ¡la feria patronal se apodera de ellas! Es más fácil, entonces, que los recuerdos nos inunden en esta época. Para mi, Diciembre siempre me recuerda las tardes divertidas que pasábamos con mi padre. Desde el momento en que veíamos una rueda de chicago, comenzábamos a rogarle que nos llevara a la feria a jugar. El futillo era indispensable y allí nos pasábamos horas y horas. También nos atraía un jueguito con argollas y monedas de centavo donde, cada vez que acertábamos a meter una moneda en una argolla nos premiaban con dos monedas... creo... ;) En fin, que tenemos la feria con nosotros un año más. Y como la camarita anda siempre conmigo, aquí está una foto de la rueda de chicago que están armando cerca de mi casa.

Lord, remind me how brief my time on earth will be. Remind me that my days are numbered, and that my life is fleeing away. Psalm 39:4 (New Living translation)

Hay recuerdos de infancia que permanecen en lo màs profundo de la mente y que despiertan al entrar en contacto con algo que los trae al presente. En mi caso, una experiencia culinaria trajo a mi mente uno de los más dulces recuerdos de mi niñez. Un dulce recuerdo pues me recordó un postre. Mi hermano y yo solíamos pedirle a mi madre que nos preparara un turrón . No sé si ese es el nombre correcto para esta esta preparación o quizá sea merengue… no estoy segura pero es un recuerdo feliz y delicioso. Así, por gusto y por nostalgia me hice un poco de turrón. Esta fotografía les puede dar una idea de lo que estoy hablando. Y para aquellos que se pregunten cómo se prepara o de qué está hecho, es de fácil preparación: La cantidad de claras de huevo que utilicen dependerá de cuánto desean preparar. Yo utilicé una solamente. Baten las claras a punto de nieve, luego van agregando azúcar poco a poco y prueban hasta que quede a su gusto. Agregar después unas gotas de limón y para adorno y sab...

Hay tanto qué decir… esta garganta tan llena de estrellas añorando el paraíso de tu cuerpo y volando, quizá perdida, en el cielo de tu alma. ¡Vaya amor eterno! entre la piel y mi conciencia se funden las quimeras de mi vientre y los roces de mis palabras Todo está cubierto de viento y porcelana se ha caído a lo lejos de la farsa de este amor ya no queda nada. por Rogelia Alvarez

Hace unos días tembló y, según los expertos, fue de cinco grados. Y al escuchar a la gente comentar el suceso, recordé uno de los escritos de Pepe Milla en su Libro sin Nombre , llamado Los temblores . En él habla de la importancia que, al parecer, tiene para las personas el recordar exactamente en dónde estaban y qué hacían en el momento de los temblores para poder compartirlo con los demás. ¿Por qué lo menciono? Pues… porque hay cosas que nunca cambian en nuestro país y los cuadros de costumbres de Milla muestran cabalmente ese hecho. Sus personajes son atemporales, creo yo. Y cada vez que tiembla se escucharán las mismas preguntas… ¿sentiste el temblor? ¿dónde andabas? ¿qué estabas haciendo?... ¿Dónde andaba usted? ;)

Hoy, mientras revisaba el cuarto de los cachivaches, encontré este recipiente de vidrio. En dichos recipientes se distribuía el aceite hace muchos años, no sabría decir cuantos. Según me cuenta mi mamá, uno llegaba a las tiendas con otro traste y pedía su medida de aceite.

... ¿cómo se llama esto? Según la persona que nos la regaló, esto es una fruta y nos dijeron que se llama cuchampera , pero no me convence... así que... ahí les dejo la preguntita... talvez alguien conozca la respuesta.